Un mecánico de motocicletas firmó un juicio abreviado por trece años de prisión tras admitir que abusó sexualmente de su hijastra de 9 años y en forma reiterada.
El procedimiento, que tiene como objetivo ahorrar tiempos procesales, se llevó a cabo en las últimas horas en el Tribunal Penal de Eldorado y contó con la presencia del imputado, su abogado defensor y el representante de la fiscalía, Federico José Rodríguez.
Según consta en el auto de elevación a debate, los hechos fueron perpetrados durante 2021 y en al menos dos domicilios de la localidad de Puerto Iguazú, que fue donde residió la víctima junto a su madre y el acusado, indicaron las fuentes.
Los primeros ataques y según se pudo establecer mediante testimonios, indicios y Cámara Gesell (declaración de la niña) se registraron en el barrio Unidos, en la zona de las 2.000 Hectáreas, donde además el implicado tenía un taller de motocicletas.
El hombre aprovechaba que la madre de la menor se ausentaba del hogar para cometer los delitos.
Al principio, los abusos habrían sido a cambio de dinero que le daba el abusador a su hijastra, según la citada resolución, que fue requerida en junio pasado por la fiscalía del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, y elevada por el juez titular, Martín Brites. Luego la familia se mudó al barrio Belén, donde no cesaron los sometimientos sexuales.
Incluso uno de los ataques fue cometido detrás del taller de motocicletas que tenía el encartado. En diciembre de 2021 la Policía tomó conocimiento de lo que estaba padeciendo la menor de una forma poco habitual.
Deber social En la fecha mencionada se presentó en la Comisaría de la Mujer de Puerto Iguazú una integrante del Foro de Seguridad de la zona de las 2.000 Hectáreas.
La denunciante refirió ante la guardia de turno que se enteró de los presuntos abusos que sufría una niña, lo que luego fue corroborado por testimonios, indicios y evidencias basadas en exámenes y certificados ginecológicos. Fue un claro ejemplo del deber social de denunciar los delitos sexuales contra menores debido a que, por lo general, están involucrados un familiar o una persona relacionada con la familia de la víctima. De esta manera se puede romper el muro de silencio intrafamiliar que suele levantarse en torno al hecho. Tras la captura del padrastro de la víctima, el juez Brites inició la investigación y le dictó la prisión preventiva y posteriormente elevó el expediente.
La calificación por la cual acordó 13 años de prisión fue por “abuso sexual con acceso carnal agravado por ser el autor encargado de la guarda y por haber sido cometido contra una menor de 18 años aprovechándose de la convivencia preexistente con la misma, hechos reiterados en concurso real cometidos en un número indeterminado de veces en concurso ideal, con la promoción de la corrupción de menores de 18 años agravada por la edad de la víctima y por ser el autor el encargado de la guarda, todos en calidad de autor”.