En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, Karen Martel, presidenta de la Comisión Provincial de Lactancia Materna del Chaco, visitó los estudios de CIUDAD TV para conversar sobre los beneficios de la lactancia, los obstáculos frecuentes que enfrentan las personas que amamantan, el rol del entorno familiar y las políticas provinciales que buscan acompañar y garantizar este derecho.
Martel subrayó que “la lactancia materna tiene múltiples beneficios no solo para la salud del niño, sino también para la salud de la persona que amamanta, la salud de la sociedad y del planeta”. Explicó que la leche materna transmite defensas: “Todos los anticuerpos que la mamá recibió durante su vida pasan a la leche y los recibe el bebé. Esa primera leche, aunque sea en poca cantidad, está diseñada para el estómago del recién nacido, que es del tamaño de una cereza los primeros días”.
La especialista remarcó que la leche materna protege al bebé de enfermedades respiratorias, infecciones urinarias, otitis, meningitis y diarreas durante la infancia, y también tiene efectos a largo plazo: “Si ese niño tomó al menos 6 meses teta, va a tener menos riesgo de enfermedades cardiovasculares y de diabetes en la adultez”.
Respecto del tiempo recomendado, explicó: “Se habla de un mínimo de seis meses. Lo ideal es hasta los dos años o más. No hay límite superior. Después del año, la leche sigue aportando proteínas, vitaminas, hierro e inmunoglobulinas”.
También se refirió a los mitos que aún circulan: “Uno muy común es que después del año la leche no tiene valor nutritivo y no es así. Otro es que si tomás una bebida con gas le pasás burbujas al bebé, y eso es falso: la leche es un ultrafiltrado de la sangre, no sale del intestino de la mamá”.
Martel aclaró que el llanto del bebé es un signo tardío de hambre. “Los signos tempranos son cuando se despierta, se despereza, empieza a moverse, a sacar la lengua o a chuparse las manos. El llanto ya es desesperación”, indicó. Por eso, insistió en la necesidad de que las madres reciban información y acompañamiento desde el embarazo: “Hay que prepararse, leer, investigar cómo va a ser la prendida, cómo colocar al bebé. No es algo instintivo, porque el humano está atravesado por cuestiones culturales y presiones sociales”.
La funcionaria sostuvo que el acompañamiento es clave para sostener la lactancia. “No es una tarea que solo le compete a la mujer. Es algo que se hace en familia, en tribu. Esa mamá necesita descansar, alguien que le lleve un tupper con comida, que le lave la ropa, que le cuide el bebé para poder bañarse tranquila”.
Asimismo, remarcó que “el tamaño de los pechos no determina la capacidad de producir leche” y que ante cualquier dificultad “es necesario contar con puericultoras o asesores de lactancia capacitados. La mayoría de las dificultades se pueden superar si hay acompañamiento”.
También se refirió al impacto de la vuelta al trabajo en el sostenimiento de la lactancia: “No todos los lugares garantizan los permisos. En el Estado tenemos 180 días de licencia y permiso hasta el año, pero en muchos trabajos privados o informales solo hay tres meses. Hay que entender que la lactancia también es beneficiosa para el empleador. Es una deuda que la legislación debe saldar, aunque el Chaco está mejor que otras provincias”.
En ese sentido, destacó que la provincia cuenta con espacios amigables para la lactancia, donde las madres pueden extraerse leche o recibir al bebé, y que existen leyes que protegen el acto de amamantar en lugares públicos: “Está permitido amamantar en la plaza, en el colectivo, en la universidad. Y eso es muy importante para que esta práctica vuelva a ser vista como algo normal y natural”.
Martel también se refirió al funcionamiento del Banco de Leche Humana, uno de los tres primeros del país, que funciona en el Hospital Perrando, designado como “hospital amigo de la lactancia”. “Ese banco está pensado para los bebés prematuros, sobre todo los que nacen con menos de 1500 gramos. Muchas veces las madres no pueden producir leche por el estrés o porque sus bebés aún no pueden prenderse. Entonces necesitamos de las mamás que donan”, explicó.
La leche donada es sometida a procesos de análisis y pasteurización, y se destina a bebés que no pueden consumir leche de fórmula o necesitan cuidados especiales: “Uno de cada nueve niños que nacen en Argentina es prematuro. Para ellos, contar con leche humana es fundamental para sobrevivir y desarrollarse”.
Finalmente, Martel destacó que las actividades de la Semana de la Lactancia se desarrollan en toda la provincia, en hospitales, escuelas y jardines, con el objetivo de difundir información y generar conciencia: “Es un gran trabajo de muchos años, de muchas personas que ya no están, de muchas manos invisibles. El Chaco tiene leyes que protegen y un Estado que acompaña. Pero aún queda mucho por hacer”.