Esta semblanza fue escrita por Marcelo Rodríguez, reportero gráfico de El Territorio, sobre cuándo retrató a Juanita y sus obras hace un año y de su vuelta a ese hogar para retratar a Claudia, una madre devastada ante la pérdida
jueves 17 de octubre de 2024 | 20:27hs.
Una mañana de octubre, gris, casi igual a la de hoy pero hace dos años, conocíamos a Juanita. Fuimos hasta su casa para hablar con ella sobre la pasión por la pintura y el dibujo. Nos habló de lo que le gustaba. Mientras daba su primera entrevista periodística yo miraba los pinceles, colores, dibujos, pinturas. En la sala de la casa había lienzos en blanco esperando recrear los paisajes y sueños de la novel artista. “Pinté algo que soñé”, explicó sobre el cielo con dos lunas. Hablamos de la noche estrellada de Van Gogh, de sus motivos preferidos. ¿Tenés algún trabajo que aún no está acabado?, consulté. Me mostró una calabaza calada sostenida por dos manos que estaba preparando para su instituto de inglés, si mal no recuerdo. Algo temático sobre halloween que llamó mi atención por el detalle de las luces y sombras.
Hoy en una mañana de octubre, casi igual a la del 2022, volvimos a esa casa. Juanita solo está en las cosas que hizo, en los poemas escritos con esa caligrafía delicada y que Claudia, su mamá, recorría una y otra vez como si acariciando las letras, las palabras sobre el papel, nuevamente la tocara a ella. Juanita está en la pintura última que dejó sobre el caballete. En el recuerdo de quienes la conocieron. Los pinceles hoy están secos. Los colores, sin consuelo.
Juanita se había ganado su espacio, así lo entendió la familia que decidió construir un lugar para que ella lo use al regreso del viaje. La niña artista ya no podrá subir esos escalones y atravesar la puerta de dos hojas que dan al jardín de la casa para ver el parral y las noches estrelladas con la cantidad de lunas que quiera. Pero según sus familiares una promesa es una promesa y esa habitación sin estrenar será para ella. Ahí estarán sus lienzos con los colores favoritos, sus escritos, sus dibujos, sus pinceles y trofeos.
Juanita, una niña sensible, espiritual, creativa, soñadora, amorosa, tierna. Dejó un legado: ella quería hacer el bien. El 30 de agosto del 2023 escribió Permitirte amar. Tienes que permitir que te amen / y permitirte amar / porque si no lo haces / cuando llegue el final / solo te iras. Juanita amó hasta el final. La acompaña la comunidad toda.