El Banco del Bienestar, creado por el gobierno como el pilar de su estrategia clientelar, se ha convertido en la institución financiera con más quejas ante la CONDUSEF en 2024.
Lo anterior, ha evidenciado su ineficiencia y falta de protección para los usuarios, quienes en su mayoría son adultos mayores y beneficiarios de programas sociales.
| La Derecha Diario
Los principales motivos de las quejas incluyen fraudes, cargos no reconocidos y fallas constantes en cajeros automáticos, lo que demuestra el absoluto fracaso de la banca estatal manejada por la 4T.
A pesar de que el gobierno lo presenta como el “banco del pueblo”, la realidad es que ha terminado perjudicando a los más vulnerables, quienes ven cómo sus apoyos desaparecen por errores del sistema o fraudes que la institución no resuelve.
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Un banco sin garantías ni transparencia
El Banco del Bienestar no solo es ineficiente, sino que se ha convertido en una trampa para miles de mexicanos. Beneficiarios de programas sociales han denunciado que sus recursos simplemente desaparecen de sus cuentas sin explicación alguna.
Mientras tanto, la respuesta de la institución es lenta, burocrática y, en muchos casos, inexistente. A esto se suman las falsas promesas del gobierno, que afirmó que la bancarización de los programas sociales sería la solución para erradicar la corrupción y los intermediarios.
Sin embargo, lo único que han logrado es centralizar el problema y hacer que sea el propio Estado el que defraude a los ciudadanos.
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Fraude y desfalco con dinero público
Además de las quejas de los usuarios, el Banco del Bienestar ha sido señalado por malos manejos financieros, con contratos opacos y deficiencias operativas que han costado millones al erario.
Todo esto ocurre mientras el gobierno sigue derrochando recursos en sostener este fallido experimento financiero, en lugar de mejorar la infraestructura bancaria existente.
Las personas más afectadas son, irónicamente, aquellas que el gobierno dice defender: adultos mayores, becarios y madres trabajadoras, quienes dependen de estos recursos para su subsistencia.
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La inoperancia de la 4T sigue cobrando víctimas
El Banco del Bienestar ha demostrado no ser una solución, sino un problema más de la 4T. En lugar de proporcionar seguridad financiera, ha generado más incertidumbre y desconfianza.
Mientras tanto, las quejas siguen acumulándose y el gobierno se niega a reconocer el fracaso de su banca clientelar.