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Resistencia
28 octubre, 2025

Andrés Bancalari: Ñande Macc va a ser un faro importantísimo para la región

Por Facundo Sagardoy

La participación de Andrés Bancalari en la Feria de Arte a.362, realizada en Resistencia, fue una celebración del oficio y de la paciencia. Allí, entre luces y voces, el artista presentó el espacio Noni Andresen junto a cinco creadoras.
No fue solo una muestra: fue un punto de encuentro, una manera de decir que el arte sigue siendo una forma de resistencia y de esperanza. Bancalari recordó que esos días sirvieron para mostrar obras nacidas del trabajo de años, para ponerles valor, para mirarlas de cerca y sentir que el arte todavía tiene un lugar donde respirar.
En este marco, destacó que el Nordeste Argentino vive un tiempo de expansión cultural, animado por proyectos que buscan consolidar una identidad contemporánea. Entre ellos, mencionó al Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes, que impulsa el coleccionista Luis Niveiro, al que definió como «un faro para la región».
Para el creador, un museo no se limita a lo que exhibe, sino que se mide por la energía que irradia: los proyectos que impulsa, los vínculos que teje y las huellas que deja en la comunidad. Ese entramado, aseguró, será decisivo para nutrir al público y abrir caminos a las nuevas generaciones.
Bancalari sostuvo que la profesionalización y el compromiso de los jóvenes artistas marcan un proceso de crecimiento sostenido. Recordó que el arte, libre de ataduras políticas, actúa como un territorio de resistencia y una herramienta de identidad para los pueblos.
En esa trama de intercambios entre la Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay, el artista reconoció una corriente viva que atraviesa fronteras y enlaza generaciones: una red donde el arte latinoamericano se reinventa, dialogando entre lo ancestral y lo nuevo, entre lo íntimo y lo colectivo.

-Andrés Bancalari, en la Feria a.362 en Resistencia. Un espacio muy especial con artistas de renombre, entre ellos el propio Bancalari. ¿Cómo vio el movimiento?
-El espacio se llamó Noni Andresen y estuve junto a cinco artistas que son mujeres en ese momento. Las expectativas siempre fueron interesantes, buenas, positivas, porque la feria tiene algo muy importante: poner en valor toda la producción que uno venía haciendo durante años. Poder mostrar eso, que tuviera un precio, un costo económico y que se pudiera vender también, era importante. Así que por ese lado, supercubierto.
Por otro lado, lo interesante es la rotación que tenemos de artistas e ir conociendo el proyecto de cada uno, involucrarnos de alguna forma viendo cómo trabajan, cómo van creciendo.
Es una manera de medirnos con el entorno, no por competir, sino por saber dónde estábamos parados respecto al arte contemporáneo.

EL ARTE COMO IDENTIDAD Y RESISTENCIA CULTURAL
-Andrés, hace mucho tiempo viene en el Chaco empujando para que los artistas visuales tengan espacio, lugares donde exponer. ¿Lo ve desde el punto de vista del artista, del gestor, del articulador o del difusor? ¿Cómo observa el movimiento actual? Teniendo en cuenta que próximamente se inaugura un Museo de Arte Contemporáneo en Corrientes, al que fue invitado a participar, ¿cómo ve todo esto? ¿Qué sentido de valor le puede dar un artista al arte visual?
-Creo que estamos viviendo un momento muy particular, importantísimo para el Nordeste. Corrientes es un ejemplo clarísimo del interés del público, y a eso se suma Resistencia.
Lo del museo me parece una especie de broche de oro, porque tener un Museo de Arte Contemporáneo en Corrientes, frente a nuestra ciudad, va a ser un faro importantísimo para la región.
Hay que entender que no empieza y termina en Corrientes, sino que también abarca las provincias vecinas -Formosa, Misiones, Chaco- e incluso las fronteras. Ese museo, con su pinacoteca -que conozco bastante-, va a nutrir al público en general y a las nuevas generaciones.
Es fundamental entender que un museo no tiene que ver solo con lo que está colgado, sino con el efecto que provoca, los proyectos que impulsa y las salidas hacia la región. Esa es una de las tareas fundamentales de cualquier museo. Creo que eso va a hacer crecer a la región de manera exponencial. Estoy feliz. Es un momento muy importante.
-Va a ser un espacio de grandes dimensiones. Pero, pensando en el arte y en cómo se está desenvolviendo en la región, ¿qué desafíos piensa que pueden enfrentar los artistas, dadas la situación y las problemáticas actuales? El arte siempre es sensible a lo que ocurre. ¿Cómo ve esto reflejado en la obra que trajiste a la feria?
-Lo que veo es que el arte tiene algo fabuloso: distintas miradas acerca de lo que está sucediendo, lo cual me alegra muchísimo. Cuando hablo de miradas, me refiero a la materialidad, la puesta en escena y los discursos. Todo ese aspecto conceptual marca algo muy importante: las generaciones que están entrando tienen un compromiso muy grande. Y eso se relaciona con la profesionalización del artista.
Puede sonar una palabra rimbombante, pero no lo es. Profesionalizarse implica instruirse, no dejar de aprender y crecer como artista en todos los aspectos, más allá de las cuestiones técnicas o pictóricas. También conceptual y culturalmente.
Las ferias, el nuevo museo y lo que sucede en los talleres de los artistas jóvenes y consagrados están construyendo una región con un crecimiento exponencial. Y lo mejor es que ese proceso viene con una velocidad asombrosa. El futuro no es difícil: hay que ir viéndolo.
El artista tiene un montón de armas que el público general no posee: la espiritualidad, la sensibilidad, la capacidad de sentir y volcar eso en su obra. Esa es un arma fundamental para construir cultura, especialmente la cultura de nuestra región.

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