Mientras insiste en que el dólar seguirá en baja y, confiado en ese escenario, asegura que no intervendrá en el mercado cambiario hasta que la cotización llegue a los $ 1000, el límite inferior de la banda que se fijó, el Gobierno de Javier Milei ratifica por estas horas que cumplirá con otro anuncio: que en julio vuelven a subir las retenciones. Esa postura genera “preocupación” en el campo, que advierte por la pérdida de competitividad a poco más de dos meses del final del actual esquema, que bajó los derechos de exportación a la soja del 33% al 26%.
Desde la Mesa de Enlace, que nuclea a las principales entidades agropecuarias, reconocen que entre los productores hay preocupación por la baja del tipo de cambio y la inminencia de la suba de las retenciones. En rigor, y después de insistir desde hace tiempo en que el tipo de cambio estaba atrasado, los productores, en línea con los pronósticos de muchos economistas, esperaban que el levantamiento del cepo llevara el dólar más cerca de la banda superior ($ 1400) en el actual esquema de flotación.
A la vez que celebran la decisión del Gobierno de avanzar con el levantamiento de las restricciones cambiarias y algunos hasta ven “el vaso medio lleno de tener un mismo dólar para vender y comprar”, ahora los representantes de los productores intentan que la Casa Rosada escuche su reclamo: extender más allá de junio el esquema actual de retenciones.
Ese esquema transitorio que Milei puso en marcha en marzo pasado fue parte del paquete de medidas del Gobierno para incentivar las exportaciones y oxigenar las cuentas: redujo temporalmente los derechos de exportación para el complejo sojero y otros productos agroindustriales. Pero al acercarse el vencimiento, el campo advierte que, con un tipo de cambio más bajo y sin ese alivio fiscal, muchas operaciones podrían quedar al borde de la rentabilidad.
La tensión se encendió después de que Milei reiterara en una entrevista que, a partir de junio, volverá a regir el esquema de retenciones anterior. “Si tienen que liquidar, liquiden ahora“, avisó el mandatario. Si bien esa medida no era una novedad para los productores, esperaban que, con el dólar a la baja, desde la Cara Rosada hicieran un guiño y prolongaran el esquema actual, una medida que el sector reclama como una forma de mitigar el impacto.
Fuentes de la Mesa de Enlace le aseguraron a Clarín que el diálogo con el Gobierno es fluido, “casi semanal”, y se mostraron confiados en que esa comunicación podría llegar a buen puerto. A pesar de la incertidumbre, las mismas fuentes expresaron su esperanza de que la prórroga del esquema de retenciones actuales se sostenga, al menos, por un tiempo más. Los representantes del campo se reunieron la semana pasada con funcionarios del Gobierno en Agricultura y no hay previsto un nuevo encuentro para los próximos días.
Sin embargo, desde la Casa Rosada son tajantes al ratificar la decisión de restituir el nivel de retenciones previo a marzo. “Hay una regla escrita y clara“, remarcó una alta fuente del Ejecutivo.
Por estas horas la pulseada es silenciosa. El Gobierno ratifica su postura sobre las retenciones y espera que los exportadores liquiden para hacerse de dólares que permitan engrosar las reservas del Banco Central, mientras que los productores aguardan por un guiño del Ejecutivo para no perder competitividad.
Desde la Mesa de Enlace son enfáticos al afirmar que hay buen diálogo con el Gobierno y también que los productores tienen “expectativas positivas”. Sin embargo, pequeños y medianos productores consultados por este diario pintan un panorama menos amigable.
“Si el dólar sigue bajando o incluso si se queda donde está, con este nivel de retenciones, la situación es mala, con muy poco margen, pero si además de eso el Gobierno sube las retenciones, directamente va a quedar el tendal de productores, sobre todo los más chicos”, advirtió un productor del interior bonaerense.
El Gobierno, que también evita la confrontación, pide paciencia. Así lo hizo saber este sábado el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. “Hablar de eliminación o una baja (de las retenciones), debe evaluarse con tiempo. Por el equilibrio fiscal, no se puede pretender que se haga ahora, eso generaría un desequilibrio fiscal que impactaría en todo el sistema económico de forma negativa. Tengamos un poquito de paciencia, que ya se está ordenando la macroeconomía y está creciendo la economía”, dijo el jefe de los ministros en una entrevista con radio Mitre.
“El Presidente siempre dijo que las retenciones eran negativas para la Argentina. Pero hoy es un factor de una ecuación económica que tiene que manejarse con equilibrio. ¿Al Gobierno le gustan las retenciones a las exportaciones? No. ¿Las puede eliminar ahora? No las puede eliminar ahora, porque si las elimina se genera un perjuicio mucho mayor a la economía”, remarcó Francos.
El Gobierno insiste: “Deberán esperar a los $ 1000 para que intervengamos”
A contramano de lo que exponen desde hace tiempo economistas que son críticos de la gestión libertaria, Milei y su equipo insisten en que “el tipo de cambio tiene que ir a la baja“. De hecho, el Presidente les hace saber a sus más cercanos que la cotización debería ser más baja que los $ 1160 que cerró este miércoles.
El mandatario también es muy enfático para señalar que el Banco Central no va a intervenir hasta que el dólar llegue a los $ 1000. “No vamos a intervenir salvo que toque las bandas”, le ratificó una muy calificada fuente del Gobierno a Clarín, y ante la consulta sobre la preocupación del campo, reiteró: “Si sigue bajando, tendrán que esperar que llegue a $ 1000 para que entremos”.
En Balcarce 50 repiten casi como un mantra que la razón por la que el dólar debería seguir bajando tiene su argumento técnico en las “condiciones monetarias relativas”. Repiten, además, que se trata de “una suerte de generalización de la teoría cuantitativa para una economía abierta”. Esa teoría sugiere que el valor del dinero está vinculado a cuánto circula y el Gobierno enfatiza, con vehemencia, que “no hay pesos”.
AGE