Sergio Massa buscó mostrarse imperturbable ante la histórica derrota que sufrió el peronismo en Mendoza en la elección por la gobernación. A pesar de haber dispuesto medidas para las economías regionales, como la quita de retenciones al vino, buscando torcer el resultado de las PASO, donde quedó relegado al tercer lugar, el ministro de Economía no acusó recibo de los 14 puntos que obtuvo el candidato oficialista Omar Parisi y redobló su agenda de campaña con un raid de actos en la previa al comienzo de la veda electoral que prohíbe anuncios públicos que promueven la captación de votos.
En su entorno siguen insistiendo que a pesar de los resultados que se acumulan en las elecciones provinciales, las encuestas que llegan -y paga Unión por la Patria- marcan que hoy tiene «un lugar en el balotaje» con Javier Milei.
Se trata de una línea discursiva que en el oficialismo empezaron a repetir, sin datos confiables que la respaldaran, desde la última semana de agosto, tras el cimbronazo que se evidenció en los mercados tras las PASO y a partir de la campaña del miedo que se trazó en el Gobierno como respuesta al triunfo del candidato libertario.
Del mismo modo que tras las duras caídas del UxP en las elecciones locales de Santa Fe y Chaco, el día después a la paliza en Mendoza encontró a Massa hiperactivo entre inauguraciones y anuncios. El tigrense optó por el Conurbano bonaerense, el territorio en el que aspira a crecer en las elecciones generales y esmerilar a Milei, en especial en los barrios populares.
Así, Massa se mostró en Hospitales para PAMI en Escobar, Pasos bajo a nivel en Florencio Varela, Berazategui y Esteban Echeverría, el parque Don Orione y cinco kilómetros de avenida entre Almirante Brown y Presidente Perón.
En el entorno del candidato, ante Clarín, relativizaron la caída en Mendoza y aseguraron que en todos los casos se trata de «dinámicas locales«. Y consideraron que para el 22 de octubre el escenario «va a ser diferente, porque la gente va a elegir a quién quiere para gobernar un país y ya no en contra de nadie».
En público, Massa reforzó el concepto. «Argentina es un país enfermo que se está recuperando. Lo vamos a salvar porque sabemos qué hacer con el bisturí: ni recorte ni motosierra«, planteó en un dardo por elevación a Milei pero también a la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, a la que en el oficialismo se esfuerzan por vincular al ajuste y a Mauricio Macri.
Este martes, en la agenda del ministro hay una actividad en Avellaneda junto a Jorge Ferraresi, antes del anuncio de un bono para trabajadores informales que tiene previsto hacer en Economía con la titular de la ANSeS, Fernanda Raverta.
Luego, Massa partirá a Neuquén, donde pasará la noche y sumará otras actividades además de su visita a Vaca Muerta. Allí, el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa le prometió recibirlo con el respaldo de «más de 35 mil trabajadores petroleros».
«Ha demostrado su capacidad de gestión a pesar de los obstáculos y los efectos de la trágica herencia económica que recibió», resaltó el gremio en un comunicado que se encargó de hacer circular el equipo de comunicación del tigrense.
El miércoles, ya con la veda como condicionante, Massa estará de vuelta en Buenos Aires para participar del acto en Ensenada junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof que será el relanzamiento formal de la campaña de UxP. Los organizadores planean dar una muestra del poder de movilización del peronismo.
Y, en especial de unidad: las espadas políticas del Frente Renovador quieren desterrar los fantasmas que sobrevuelan en torno al corte de boleta.
Mientras desde el jueves el ministro-candidato se enfocará en el entrenamiento para el debate presidencial del próximo domingo, en el oficialismo está instalado un dilema: los principales referentes de la campaña discuten si seguir polarizando con Milei ó comienzan a alternar fuego cruzado con Bullrich.
«Si seguimos discutiendo sólo con Milei, nos puede ganar en primera vuelta. Pero si levantamos mucho a Bullrich, capaz va ella al balotaje. Es un fino equilibrio que tenemos que cuidar«, indicaron a este diario desde el búnker de Bartolomé Mitre al 300, a metros de Plaza de Mayo.
En ese sentido, el director del Banco Provincia y cuñado de Massa, Sebastián Galmarini, este lunes optó por reavivar la puja con Milei, quien había acusado al ministro de estar «buscando llegar a la hiperinflación».
«No, mago surrealista! Está tratando de atender la pérdida de ingresos que sufren los argentinos que perdieron por la inflación, la devaluación del FMI y la sequía. Ya sabemos que vos preferís ajuste, privatizaciones, dolarización, vouchers, armas y tráfico de órganos», le devolvió vía Twitter