El economista Cristian Ocampo analizó en los estudios de CIUDAD TV la situación económica y financiera del país, las políticas del gobierno nacional y el reciente acuerdo con Estados Unidos. Advirtió que “el swap con EE.UU. es de libre disponibilidad, pero no es gratuito”, y señaló que “el modelo necesita correcciones y una mirada más federal”. También cuestionó los recortes en áreas sensibles y llamó a “una apertura política que permita acuerdos para la gobernabilidad”.
El economista Cristian Ocampo explicó los alcances del reciente entendimiento entre Argentina y Estados Unidos. “Es un convenio donde se intercambian monedas: están comprando tu dinero, llevan pesos a cambio de dólares”, explicó.
Detalló que este acuerdo “tiene una característica distinta del swap con China, porque el chino forma parte de las reservas del Banco Central y su finalidad es la estabilidad monetaria”, mientras que “el swap con Estados Unidos es abierto, de libre disponibilidad, y busca dar una señal a los tenedores de bonos de que el país tendrá los fondos para los vencimientos del año próximo, que son unos 16.000 millones de dólares”.
Sin embargo, advirtió que “esto no es gratis; Estados Unidos no pone un peso en el mundo sin interés. Es una ayuda que hay que aprovechar, pero que exige correcciones en el modelo económico y político”.
“El modelo busca bajar la inflación, pero con un fuerte costo social”
Al analizar la política económica, Ocampo señaló que “el modelo del gobierno entró con el objetivo de bajar la inflación y lo hizo de manera acertada en algún punto”. Explicó que la estrategia oficial se basa en tres pilares o “anclas”: el equilibrio fiscal, el control del tipo de cambio y la regulación del dinero circulante.
“El gobierno entiende que bajando la inflación, la tasa de interés también baja, y eso habilita créditos más baratos para el consumo o la inversión. Ese es el modelo deseado”, sostuvo. No obstante, advirtió que “el problema es que los recortes fueron desordenados: afectaron a las universidades, la discapacidad, las jubilaciones, la obra pública y los subsidios económicos”.
Sobre este punto, remarcó: “El subsidio no es un problema en sí mismo, es una herramienta de política económica. Demonizarlo es un error. Sirve para que una empresa produzca más barato o para que una familia pague menos por sus servicios y pueda consumir más”.
Ocampo también analizó las consecuencias políticas del programa económico. “El gobierno tomó mucha distancia de su propio discurso. Se entrampó en su lógica y le falta pragmatismo para corregir el rumbo”, señaló.
“Se generó una fuerte contradicción con la oposición y eso impide lograr acuerdos. Muchas de estas medidas podrían discutirse dentro de un esquema de política económica heterodoxa, pero los ajustes necesarios no se están aplicando”, agregó.
En ese sentido, expresó que “el Estado no es un problema, es la consolidación del pensamiento de una sociedad. Si no hay Estado, no hay orden social”.
“Hay que corregir el rumbo y trabajar con las provincias”
Consultado sobre el escenario post electoral, Ocampo afirmó que “tiene que haber un cambio de rumbo, una corrección del modelo y una mirada más federal”.
“El presidente tiene que entender que Argentina es un país de base industrial y que es necesario sostener la industria nacional con cierto control sobre la apertura económica”, indicó.
Además, destacó la necesidad de coordinación con los gobiernos locales: “Hay que trabajar con las provincias, porque las realidades son muy distintas. Las economías regionales dependen de la actividad general y eso impacta directamente en la recaudación y el empleo”.
Finalmente, Ocampo advirtió sobre los límites del apoyo internacional: “Creo que fue la última ayuda que le da Estados Unidos al país, porque ellos también tienen sus propios problemas”.
Y concluyó: “Tiene que haber una apertura política y más diálogo. Hay sectores opositores con sentido de institucionalidad que pueden acompañar para garantizar la gobernabilidad. En definitiva, el país nos cobija a todos, oficialistas y opositores”.