El armado de las listas que competirán en las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires estuvo cruzado por disputas en los municipios, fugas de dirigentes, rupturas e indefiniciones hasta último minuto que reflejaron la tensión que prevalece, a pesar de los acuerdos, en las alianzas del gobierno de Javier Milei con el PRO y de las facciones peronistas de Fuerza Patria que encabezan Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa.
No obstante, también es cierto que tanto La Libertad Avanza (LLA) como el peronismo que gobierna la provincia más grande del país se enfrentarán en un escenario desconocido para todos: el 7 de septiembre será la primera vez desde 1983 que Buenos Aires elija a sus legisladores y concejales municipales separada de las elecciones nacionales. Por eso también será un test crucial antes de la pulseada para renovar el Congreso, clave para el futuro del gobierno de Milei.
Los nueve frentes electorales que competirán tuvieron que armar cada uno ocho listas distintas, una por cada sección electoral de la Provincia. Casi como si fueran ocho elecciones distintas. Las más importantes para la compulsa de septiembre son la Primera y la Tercera Sección, que concentran el 70% del padrón de 13,3 millones de votantes. Las negociaciones por las candidaturas de diputados y senadores se ataron, además, con las de “abajo” por las listas de concejales en los 135 municipios.
Si bien los cierres de lista nunca son tranquilos, todo esto le dio una complejidad, tensión y presión extra a las negociaciones. La situación más al límite se dio en Fuerza Patria, donde hasta pocas horas antes de la medianoche -cuando vence el plazo- estaba latente la amenaza de que el gobernador Kicillof presentara listas propias de su Movimiento Derecho al Futuro (MDF) por los desacuerdos con La Cámpora. Massa hizo de mediador para evitarlo.
En la Alianza La Libertad Avanza -que absorbió al PRO- el cierre de las listas no fue mucho más sencillo. En el transcurso de las negociaciones el PRO que lidera Cristian Ritondo perdió tres intendentes en la Segunda, en la Cuarta y en la Sexta que no quisieron ceder más de la mitad de sus listas de concejales a LLA y decidieron apoyar a otros espacios, como el frente “de centro” Somos Buenos Aires que armaron la UCR bonaerense y el partido de Juan Schiaretti.
Además, se sintió la interna de La Libertad Avanza, ya que el titular del partido y armador por encargo de Karina Milei, Sebastián Pareja, dejó muy poco lugar en las listas a los referentes de “Las Fuerzas del Cielo”, la línea interna del asesor presidencial Santiago Caputo, y privilegió los entendimientos con Ritondo.
Elecciones en Buenos Aires: un libertario “tapado” e intendentes en la sección más importante para Javier Milei
El deseo que Milei le hizo llegar a sus armadores electorales, Karina Milei y Sebastián Pareja, de tener a todo el PRO “adentro”, no se cumplió. No obstante, las definiciones de este sector fluyeron mejor que las del peronismo, especialmente en la Primera Sección, que con 4,7 millones de votantes es la de mayor peso y a la que más fichas le ponen.
Bastante antes del cierre del plazo decidieron que Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, encabece la boleta de senadores provinciales en esta sección. El acuerdo aquí se inclinó a favor de la tropa de Milei, dado que Valenzuela fue uno de los primeros dirigentes que se fue del PRO para afiliarse LLA, una conversión apadrinada por la ministra Patricia Bullrich.
El PRO compensó en la Quinta Sección, que también elige senadores y se definió, sin grandes peleas ni complicaciones, al ubicar como cabeza de lista a Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón e importante por el caudal de votos que aporta Mar del Plata. Si bien aseguran que asumirá en su banca, en estas elecciones habrá muchas candidaturas testimoniales de intendentes -sobre todo del peronismo- y por ello hay una incógnita sobre su caso.
Pero en la Tercera Sección, que reúne a 4,6 millones de votantes y es el verdadero bastión del peronismo, la discusión se mantuvo abierta hasta pocas horas antes del cierre. En los momentos finales, LLA puso sobre la mesa el nombre de un “tapado”: Maximiliano Bondarenko, referente libertario de Florencio Varela y ex comisario, cercano a Pareja. Lo secundará Maria Sotolano, diputada nacional del PRO.
Los “heridos” del PRO y de la interna libertaria entre Karina Milei y Santiago Caputo
La relación de fuerzas entre el espacio de Milei y el PRO se inclinó en favor de LLA en el armado final. Aunque Ritondo, junto a Montenegro y Diego Santilli defienden la negociación y ponen como prioridad el “ir juntos” con el oficialismo nacional, la tensión que generó el acuerdo dentro del partido fundado por Mauricio Macri quedó en evidencia.
El partido amarillo perdió a los intendentes Javier Martínez (Pergamino), Diego Reyes (Puán) y Pablo Petrecca (Junín), que armaron listas de concejales propias y/o se aliaron con Somos Buenos Aires o el frente Hechos que crearon los hermanos Passaglia, jefes de San Nicolás, para competir por las bancas de diputados que se eligen en la Segunda Sección.
No obstante, la fuga amenazó hasta último momento con ser más importante. La intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, muy cercana al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y por lo tanto parte del grupo de dirigentes más reacios a acordar con los libertarios logró un entendimiento sobre su lista de concejales y evitó una ruptura que podría haber complicado el panorama para el frente LLA-PRO en la Primera Sección, a la que más fichas le pone.
En La Libertad Avanza, en tanto, no descartaban dejar un lugar en la lista de la Tercera Sección a Nahuel Sotelo, secretario de Culto de la Nación o a otros referentes de “Las Fuerzas del Cielo”, para evitar que la interna entre Karina Milei y Caputo estalle en los próximos días, cuando arranque la campaña para el 7 de septiembre.
El peronismo quedó al borde de la ruptura total entre Kicillof y Máximo Kirchner e indefiniciones hasta último minuto
Mucho más virulento fue el armado de las listas de Fuerza Patria, donde hasta dos horas antes del plazo no lograban arribar a un acuerdo sobre las cabezas de lista de diputados y senadores provinciales, mientras el MDF de Kicillof y los conducidos por Máximo Kichner se enfrentaban en varios municipios.
Las disputas obligaron a una reunión por la noche entre Kicillof y Massa en la sede del Gobierno bonaerense. Máximo Kirchner no fue y acusó una dolencia física. Respecto de las dos secciones electorales más determinantes, el peronismo tenía muchos nombres posibles pero ninguno con consenso suficiente.
El preacuerdo suponía que alguien de Kicillof encabezaría en la Primera Sección y quien más sonaba era el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, pero el kirchnerismo no dejaba de empujar a Federico Achával, intendente de Pilar.
En el peronismo entienden que esta región tiene una demografía política más bien “anti peronista” y por eso no albergan grandes esperanzas, pero sí buscan armar la lista más fuerte posible para equilibrar con la victoria que sí esperan en la Tercera Sección. Sin embargo, el acuerdo parecía más lejos aún en esta zona.
Aquí es donde la expresidenta Cristina Kirchner iba a ser candidata antes de que se confirmara su condena a prisión y por lo tanto La Cámpora buscaba encabezar la lista. En las últimas horas del sábado volvió a sobrevolar el nombre de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, según supo iProfesional, pero MDF presionaba por llevar a su par de Almirante Brown, Mariano Cascallares.
La prenda de unidad podría ser la vicegobernadora Verónica Magario, con tracción de votos desde La Matanza y diálogo con los dos sectores más enfrentados. Sin embargo, para el kirchnerismo hoy Magario “es de Kicillof”. No se descartaba que fuera en un segundo lugar.
Los desacuerdos llevaron al MDF de Kicillof a dejar trascender la amenaza de una presentación de listas propias en todas las secciones, un clima de ruptura que empezó a crecer el sábado por la mañana desde los municipios.
Una pelea desde abajo hacia arriba: la fuerte disputa que se desató en los municipios peronistas
En Brandsen, Moreno, Tigre, Berazategui y Morón, el MDF cuestionó públicamente a los referentes del kirchnerismo duro y les reclamó abrir las listas de concejales. En esos y otros distritos el problema básicamente fue que un sector se niega a hacerle lugar al otro. Esto impidió los acuerdos y en horas de la tarde volaron amenazas con romper el frente Fuerza Patria en todos lados. Especialmente, del lado de Kicillof.
A eso se le sumaron los muchos intendentes que decidieron presentar “lista corta” de concejales y en varios casos encabezaralas como candidatos testimoniales. Esto ya marcó una primera división, en cuanto a la estrategia: del lado del cristinismo definieron que todos los candidatos de su sector tienen que asumir, una norma que no corrió de la misma forma en el kicillofismo y entre los jefes comunales más refractarios a La Cámpora.
Los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda), Juán José Mussi (Berazategui) y Mario Seco (Ensenada), entre otros, no descartaban encabezar las listas de concejales para blindarse en sus distritos y desligarse de la tarea de apoyar listas de legisladores provinciales encabezadas por figuras del kirchnerismo, con el que marcan cada vez más distancia.
Con este clima, las listas de Fuerza Patria fueron objeto de tironeos y estuvieron sumidas en la indefinición hasta el filo del plazo para presentar las candidaturas, con una amenaza de quiebre que, más allá de su concreción o no, dejó expuesta que la interna del peronismo está lejos de terminarse en estas elecciones.
¿Qué se vota en Buenos Aires el 7 de septiembre?
El 7 de septiembre los bonaerenses irán a las urnas para 23 senadores y 46 diputados provinciales, la mitad de las dos Cámaras que componen la Legislatura bonaerense, además de conejales y cosnsejeros escolares en cada municipio.
De los 13,3 millones de bonaerenses habilitados para votar, 4,7 millones están en la Primera Sección Electoral que conforman los municipios de Tigre, Tres de Febrero, General San Martín, Vicente López, Malvinas Argentinas, José C. Paz, Merlo, Pilar, San Isidro, Ituzaingó, Merlo y Moreno, entre otros.
En tanto, 4,6 millones de electores viven en la Tercera Sección, conformada por los municipios de Avellaneda, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, Quilmes, San Vicente, Lobos, Cañuelas y Almirante Brown. En esta región el peronismo tiene la base de su poder.
Las elecciones bonaerenses usarán la tradicional boleta partidaria en papel y contarán con siete frentes electorales, aunque la carrera se presenta polarizada entre la Alianza La Libertad Avanza y Fuerza Patria.
El espacio Somos Buenos Aires buscaba ser la opción de centro y, durante el cierre de listas, intentó captar a todos los dirigentes que quedaran heridos por el armado de los dos grandes “tanques” que se disputan la elección. Lograron captar un puñado de intendentes y concejales del PRO. También compiten Nuevos Aires; Potencia; Frente de Izquierda-Unidad; Avanza Libertad; Es con Vos, es con Nosotros; Espacio Abierto para el Desarrollo y la Integración Social.
Así como estas elecciones de la provincia Buenos Aires son inéditas, el cierre de listas fue también inusualmente tenso e incierto hasta último minuto. La mayor certeza es que Javier Milei junto al PRO se juegan la posibilidad de dar un “batacazo” mientras el peronismo, con el gobernador Axel Kicillof a la cabeza, arriesga su hegemonía histórica pero también dirime su interna.