La causa, además del secuestro y homicidio de Moreno, ocurrido entre abril y mayo de 1977, también investiga los secuestros de seis trabajadores de la cementera Loma Negra, en 1976.
Se trata de Andrés Staldeker, Eustorgio Arenzo, Walter Peralta, Manuel Antúnez, Antonio Álvarez y José Ricciardi.
La Subsecretaría de Derechos de la provincia de Buenos Aires es querellante en la causa, al igual que la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación, y se espera que el juicio eche luz sobre el rol que tuvo el empresariado nacional durante el terrorismo de Estado.
Los imputados que llegan a juicio son los cinco militares retirados Eduardo Bernadou -exjefe de personal y de inteligencia del Batallón Logístico I de Tandil- e integrantes del Área 124 del Regimiento de Caballería de Tanques 2 «Lanceros General Paz» Julio César Tula, Roberto Jorge Casares, Edgardo Mariano Viviani y Osvaldo Guarnaccia.
Los hechos
El 15 de julio de 1976 los trabajadores de Loma Negra Ernesto Cladera y Jacinto Takieldín se presentaron ante el interventor del Ministerio de Trabajo en Olavarría, el capitán José Luis Álvarez, y denunciaron a seis trabajadores que según ellos habían parado la producción en la empresa.
El interventor elevó las actuaciones al jefe del Área 124, Ignacio Verdura, y a los cinco días el comisario Alberto Balquinta ordenó las detenciones.
Los trabajadores detenidos fueron Andrés Staldeker, Eustorgio Arenzo, Walter Peralta, Manuel Antúnez, Antonio Álvarez y José Ricciardi. Después de pasar por las comisarías de Loma Negra y Olavarría fueron trasladados a la Unidad 7 de Azul.
Allí, los hicieron pasar a todos a una sala, los desvistieron, los pesaron, los midieron y les dieron ropa de cárcel. Los enviaron a la celda de «extremistas». A las cinco de la mañana los despertaban, los hacían desnudar y los requisaban. El 29 de julio fueron liberados.
Al abogado Moreno lo secuestraron cerca de las 22 del 29 de abril de 1977 cuando se dirigía a su casa.
Su mujer estaba embarazada de cinco meses y lo esperaba con su otro hijito de un año y medio en la vivienda. Moreno era seguido por la inteligencia de la Policía Bonaerense desde tiempo antes. El 3 de mayo lo encontró Valentín Bulfoni cuando intentaba escapar. Estaba en mal estado, le pidió auxilio y un vaso de agua. A poco de andar, un grupo de personas de civil recapturó a Moreno. Lo golpearon con ferocidad con una pala en la espalda. Lo asesinaron entre ese día y el siguiente.
La familia de Moreno recuperó su cuerpo recién el 23 de mayo de 1977. Estaba en la Jefatura de la Policía Bonaerense en La Plata. Tenía signos de torturas y una herida de bala en el pecho. Su cadáver estaba envuelto en una frazada verde del ejército.
A su esposa le dijeron que no podía llevar el cuerpo a Olavarría. Ella y su hijito, Matías sufrieron un allanamiento en su casa, de donde terminaron desalojados.
En 2012, el Tribunal Oral Federal (TOF) de Mar del Plata condenó a tres militares por el asesinato de Moreno -Julio Alberto Tommasi, Roque Ítalo Pappalardo y José Luis Ojeda- y a dos civiles -Julio y Emilio Méndez- por haber prestado la chacra en la que estuvo cautivo. En diciembre de 2020, la Corte tomó el caso y fijó un estándar particular para los dos civiles y la Casación terminó absolviéndolos.
El TOF de Mar del Plata en su sentencia había ordenado que se investigaran los secuestros vinculados a Loma Negra.