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Resistencia
9 septiembre, 2025

La confesión del descubridor de Walter Olmos a 23 años de su muerte: “Le faltó contención”

En pleno éxito de su carrera musical, el 8 de septiembre de 2002 murió el joven cantante de cuarteto Walter Olmos en un confuso episodio cuando se disparó en la cabeza mientras jugaba a gatillar con una pistola Bersa calibre 22. Pasaron 23 años de la tragedia que ocurrió en un hotel de la Ciudad de Buenos Aires, pero su familia aún lo espera en Catamarca, su provincia natal.

Fernando Cerezo, productor y dueño del grupo donde Walter dio sus primeros pasos, recordó ese momento con dolor: “A él le faltó contención, le faltó ese que le decía ‘che no hagas esto’. En el momento que sucedió lo trágico no hubo alguien que tuviera eso de ir y decirle ‘dame esto y vení para acá’”.

El productor remarcó la relación especial que tenían: No había amistad entre él y yo, había un vínculo como de padre. Yo lo quería como un hijo.

Ese mismo día, Fernando debutaba con un grupo en un cumpleaños de quince cuando recibió la noticia: “Estaba tocando y viene un conocido y me dice ‘Fer, se mató Walter Olmos’“. En ese momento se fue a una estación de servicio, compró unos cigarrillos y vio en la televisión la placa que daba la noticia de su fallecimiento. Cerezo decidió alejarse de la música durante un año.

Con el paso del tiempo, el productor relató una anécdota que sintió como una señal de Walter: Una noche estaba en el estudio con mi hijo, y de repente se puso el disco La Locomotora, el último en vivo de Walter, y de repente entra un pajarito. Eran las 3 de la mañana, los pájaros no andan de noche. Voló hasta un cuadro donde estoy con Walter y se quedó ahí. Justo era uno o dos días antes del 8 de septiembre. Lo intentamos sacar pero no se iba, hasta que abrimos una ventana y se fue”.

Con palabras cargadas de emoción, Fernando Cerezo dejó en claro que el recuerdo de Walter Olmos sigue vivo, no solo en la música popular, sino también en quienes lo acompañaron en sus primeros pasos.

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La fama como cantante cuartetero se forjó de la mano de Rodrigo Bueno

El autor de “Fue lo mejor del amor” lo descubrió en un viaje a Catamarca al llamarle la atención que Olmos tenía un estilo de canto similar al de Carlos “La Mona” Jiménez. A partir de este primer encuentro, “el Potro” impulsó su carrera y lo invitó a cantar con él en numerosos recitales.

El trágico final de Rodrigo, durante la madrugada del 24 de junio de 2000 en un accidente automovilístico, fue un golpe durísimo para Olmos. Pero el joven siguió adelante con su carrera, llenó estadios por todo el país y se consagró, definitivamente, con una serie de shows que dio en el mítico Luna Park de Buenos Aires a mediados de 2001 con entradas agotadas.

Pero las jornadas, entre shows, presencias en programas de televisión y viajes, eran cada vez más extenuantes para alguien que no llegaba a los 20 años. En sus últimos días de vida, el cantante estaba trabajando en la grabación de su nuevo CD.

Hoy, su luz y legado se ven reflejados en el trabajo de sus hermanas. Silvina cumplió el sueño de Walter al inaugurar el comedor y merendero para chicos de la calle. Mientras que “Morena” Olmos reversionó sus más grandes éxitos para homenajearlo.

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