La industria repuntó en abril y mostró un crecimiento intermensual de 2,2 por ciento -frente a un marzo con fuertes retracciones- y de 8,5 por ciento interanual, contra una base de comparación muy baja del mismo mes de 2024, cuando el sector sufría la primera devaluación del gobierno de Javier Milei.
En relación a 2023, la actividad está muy lejos de reponerse: sigue 3,5 por ciento abajo y 9,4 por ciento respecto de abril de ese año. Con la llegada de la Libertad Avanza al Ejecutivo, los números comenzaron a marcar tendencias en negativo porque la política económica resulta contraria al desarrollo de las manufacturas.
El índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero), que elabora el Indec, registró en el cuarto mes del año caídas intermensuales en Textiles, prendas de vestir, cuero y calzado (-0,6 por ciento) y en Productos de metal, Maquinaria y equipo (-1,7 por ciento). Por su parte, un grupo sensible como Alimentos, bebidas y tabaco no sufrió modificaciones.
Entre los que más crecieron, en el período analizado, se destacan Minerales no metálicos y metálicas básicas (+6,7 por ciento), Refinación del petróleo, químicos, productos de caucho y plástico (+5,1 por ciento) y Muebles y otras industrias manufactureras (+4,1 por ciento).
Antes de la llegada de Milei a la presidencia Industrias metálicas básicas arrojó una participación interanual positiva de 36,3 por ciento en abril de 2023, mientras en 2025 subió apenas 7,1 por ciento.
“En los primeros tres meses del año (sin incluir los datos últimos de abril), la actividad industrial se desplomó cerca del 10 por ciento respecto a 2023, como consecuencia de las decisiones económicas libertarias: apertura importadora, ajuste del poder adquisitivo de los salarios, encarecimiento de los costos en dólares y eliminación de estímulos para la producción nacional”, según un estudio del Instituto de Pensamientos y Políticas Públicas (IPYPP).
Si bien el IP acumula una mejora del 6,7 por ciento en el cuatrimestre, por los números positivos de abril, la recuperación es heterogénea y depende de cada sector.
“Después de un marzo horrible (-3,9 por ciento), la industria creció 2,2 por ciento mensual. Quedó así en nivel de julio de 2024, cuando recién empezaba la reactivación económica”, publicó en X Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva de Fundar.
Y advirtió: “Si bien la demanda interna se recuperó en los últimos meses, la industria sigue floja porque ese aumento de la demanda se está supliendo con importaciones más que con producción local”.
Empleo
La contracción de la industria impactó también en los niveles de empleo: entre diciembre 2023 y febrero 2025, la cantidad de asalariados registrados en la actividad manufacturera se redujo 2,1 por ciento: aproximadamente 25 mil personas perdieron su empleo en el sector, según el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
De acuerdo con estimaciones a marzo, de la Fundación Pro Tejer, la pérdida de empleo en textiles, indumentaria y calzado llegó a 18.600 trabajadores desde que asumió Milei. En los últimos días, la empresa ENOD, ubicada en la provincia de La Rioja, suspendió a 150 operarios.
“La apreciación del peso promovida por el Gobierno con el fin de mantener un ancla cambiaria que desacelere la inflación, agravó el cuadro de desprotección de la industria nacional”, señala el informe del IPYPP.