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20 agosto, 2025

Barbra Streisand y James Brolin: el secreto de la pareja más sólida de Hollywood que se conoció hace casi 30 años en una cita a ciegas

Se conocieron en una cita a ciegas hace 29 años, el 1 de julio de 1996, y se casaron dos exactos años después. Por entonces ella tenía 54 años y él rondaba los 56. Hoy, Barbra Streisand y James Brolin conforman una de las parejas más sólidas de Hollywood y su historia de amor es motivo de análisis como de envidia.

“Todo empezó gracias a la insistencia de unos amigos en común, que pensaban que éramos el uno para el otro, y entonces nos invitaron a una cena que hicieron en una mansión en las afuera de Los Ángeles”, recuerda la cantante, letrista, actriz, directora, guionista y productora de cine. “Aunque acepté ir al evento, no sabía con quién me iba a encontrar y eso me generó mucha timidez. Un mal síntoma para empezar algo, ¿no?”, agrega después.

“Cuando me ubicaron a su lado en la mesa, y reconocí quién era, lo primero que me sorprendió fue su pelo. De verlo en la televisión y en el cine, lo tenía como a un hombre de cabello castaño ondulado y mucha barba, como a un hombre de las montañas. ¡Pero él lucía completamente rapado! Entonces me tenté, le pasé una mano sobre la cabeza y le dije: ¿Quién demonios te arruinó el cabello? Por suerte él se rió y así rompimos el hielo”. Desde entonces, la relación que los une se caracteriza por la atracción física, el mutuo soporte, una familia ensamblada y la pasión intensa por dormir hasta tarde. “Lo nuestro es un milagro, lo sé, es que 30 años de convivencia en Hollywood son como 60 en Chicago”, se jacta hoy la artista multifacética.

El productor de cine estadounidense y ex estilista de Hollywood Jon Peters y la actriz y cantante estadounidense Barbra Streisand, el 29 de enero de 1977Pictorial Parade – Archive Photos

Barbra Streisand fue muy enamoradiza y tuvo varias parejas en su haber, todas públicas. Desde el actor Elliot Gould, con quien se casó en 1963, tuvo a su hijo Jason en 1966 y se separó en 1971, hasta el coiffeur y productor cinematográfico Jon Peters, el primer ministro canadiense Pierre Trudeau y los actores Ryan O´Neal, Warren Beatty, Omar Sharif y Don Johnson, entre otros. Pero Brolin –famoso por su estampa recia en la serie de los 70 Marcus Welby– siempre fue muy reservado en cuestiones del corazón. Por eso asombró que el día de la boda con la actriz, el 1 de julio de 1998, se sincerara tanto ante los invitados. “No se imaginan cuán afortunado soy de que algo así me suceda en esta etapa tardía de mi vida. Con ella cada noche es una aventura y dormir es una pérdida de tiempo. No puedo esperar a verla despierta en la mañana”, dijo sin sonrojarse.

Hasta ese entonces la relación más larga de Streisand había sido la que había mantenido con Jon Peters (entre otras cosas productor de la exitosísima remake de Nace una estrella, que la diva protagonizó en 1976 junto a Kris Kristofferson): nueve años en total, entre 1973 y 1982. Mientras que Brolin había estado formalmente casado en dos oportunidades: la primera con la actriz Jane Cameron Agee, durante 18 años, y la segunda, con la actriz Jan Smithers, a lo largo de nueve.

Pese al flechazo del comienzo, la relación tuvo que sortear el escollo de sus cargadas agendas laborales. A los dos meses de aquella cita, por ejemplo, Brolin tuvo que viajar a Irlanda a filmar el thriller político My Brother´s War, ya no en calidad de actor sino de director. Y Streisand debió recluirse en la sala de edición para terminar de darle forma a El espejo tiene dos caras, la comedia romántica que acababa de dirigir y también de coprotagonizar con Jeff Bridges.

“Pese a la distancia, nunca perdimos el contacto. Recuerdo haberme quedado dormida una vez en el piso del baño con el teléfono pegado al oído”, le contó la actriz, tiempo después, a la revista People. Luego, la primera vez que la pareja se mostró públicamente como tal fue en el estreno de aquella película, en el Teatro Ziegfeld de Nueva York, el 10 de noviembre de 1996. Más tarde, el 24 de marzo de 1997, Streisand y Brolin asistieron juntos a la ceremonia de los Premios Oscar, donde Celine Dion interpretó el tema “I Finally Found Someone” (Finalmente encontré a alguien), que Streisand había escrito varios meses atrás para El espejo tiene dos caras y que había quedado nominado como Mejor canción. No ganó, pero sin dudas resultó premonitorio en su vida amorosa.

Como fue dicho, exactos dos años después la pareja formalizó la relación con una boda celebrada en los jardines de la mansión de la diva en Malibú. Entre el selecto grupo de invitados se encontraban los actores John Travolta y su mujer Kelly Preston, Tom Hanks y su mujer Rita Wilson, el músico Quincy Jones y el director Sidney Pollack. Cuando la aparición de helicópteros con paparazzi inundó de ruidos el vecindario, el festejo continuó de manera más íntima, dentro de la finca, y fue allí que Streisand sorprendió a su marido cantándole dos nuevas canciones de su autoría (que luego, en 1999, formarían parte de un álbum inspirado en la relación, titulado A Love Like Yours (Un amor como el nuestro), que incluso –para sorpresa de sus fans- los tendría a ambos abrazados, de espaldas, en la tapa del disco).

Desde entonces han compartido su amor con el público y se han dejado fotografiar en eventos artísticos, benéficos o políticos. Ella, por ejemplo, lo acompañó a él a la ceremonia en la que se lo honró con una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood. Y él hizo lo propio cuando ella recibió dos altísimas distinciones: el reconocimiento honorifico del Kennedy Center, en Nueva York, y la Legión de Honor en París, otorgada por el gobierno francés. De todos modos, como siempre se encargan de recalcar, para ambos su mayor baluarte es la familia ensamblada que supieron construir. Por eso en medio del tour de conciertos de Streisand de 2006, la cantante posó para los fotógrafos junto a su marido, al hijo de él –el actor Josh Brolin-, y a su propio hijo, el cantante Jason Gould. Del retrato familiar también formaron parte los hijos de Josh y nietos de su esposo, Trevor y Eden, y su ex esposo, el actor Elliot Gould, padre de Jason. En 2018 otra toma inmortalizaría la ampliación de la familia, cuando Josh, tras casarse en segundas nupcias con la actriz Kathryn Boyd, fue padre por tercera vez –de una nena, Westlyn– y convirtió a Streisand y Brolin nuevamente en abuelos. “Siento que esta bebita ha llegado para colmarnos de felicidad y completar la familia. Hoy me siento como una típica abuela judía, completamente superada de amor”, declaró en su momento Streisand (quien así compensó el no haber tenido nietos de parte de su hijo Jason, autodefinido como gay).

La cantante y actriz Barbra Streisand y su esposo, el actor James BrolinAFP

En 2020, cuando la pandemia hacía estragos en las relaciones de pareja, Streisand y Brolin afianzaron más su vínculo. “Sé que muchos matrimonios la pasaron muy mal durante el período del Covid, pero nosotros nos enamoramos aún más al estar tanto tiempo juntos y haciendo lo posible para que lo nuestro funcionara, es como que nos volvimos a elegir”, confesó Brolin en el programa The Talk. ¿Esto significa que lo de ustedes es siempre un lecho de rosas?, le preguntaron a continuación; a lo que Brolin contestó muy honestamente: “No, señor. Cuando entramos en un cono de sombras apelamos a la terapia de pareja. Yo creo mucho en el counseling y en que hay que pedir ayuda cuando se entra en un atolladero, ya sea a nivel personal o de pareja”.

Más acá en el tiempo, Streisand compartió su receta para mantener un matrimonio duradero: “El secreto es escuchar cuidadosamente. Yo creo que para ser un buen actor debés saber escuchar. Y para ser una buena persona, también. Bueno… y para ser un buen compañero de vida se necesita exactamente lo mismo. Hay que escuchar siempre a la otra persona, estés de acuerdo con ella o no”. A su lado, Brolin asintió y agregó: “Yo creo que todo se trata de ser un buen negociador. Cada uno necesita tener paciencia y saber cuándo es mejor salir a caminar un rato…”. Por último -siempre con el humor que lo caracteriza-, remató: “La clave del éxito de nuestro matrimonio se reduce a tres palabras: un buen colchón. Por eso siempre digo que ha sido nuestra mejor inversión como pareja. Es que ambos somos perezosos. Nos gusta mucho dormir hasta tarde. Y hacemos todo en la cama: trabajamos en la cama, hablamos por teléfono en la cama, leemos en la cama. Y después, claro, todo lo demás”.

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