Casi un mes después de su llegada, el Titán empezaría a escribir su camino en la historia grande del Xeneize.
30 de septiembre 2023, 05:49hs
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El 30 de septiembre de 1997, ante Independiente en La Bombonera, Martín Palermo convirtió el primero de sus 236 goles con la camiseta de Boca Juniors, que lo llevaron a ser el máximo goleador de la historia del club. El Titán, que había llegado a inicios de ese mismo mes, arrastraba una sequía importante que pudo cortar con su debut en la red en el clásico.
Palermo llegó a Boca luego de haber formado y debutado en Estudiantes de La Plata. En el Xeneize tuvo su primer partido el 3 de septiembre de 1997, ante Cruzeiro por la Recopa Sudamericana. Hasta el momento de su anotación contra el Rojo, el delantero llevaba una marca de 452 minutos sin convertir con la azul y oro.
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El ex-Estudiantes fue una apuesta del Bambino Veira, que supo construir una buena parte del equipo que luego formó parte de los años dorados del club de la Ribera, con la llegada de Carlos Bianchi. Aquel día, ante Independiente, Boca formó con: Oscar Córdoba; Nelson Vivas, Jorge Bermúdez, Walter Samuel; Rodolfo Arruabarrena; Nolberto Solano, Alfredo Berti, Diego Cagna; César La Paglia; Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo.
“El optimista del gol”, como fue apodado pocos meses más tarde por Carlos Bianchi, abrió el marcador apenas iniciado el juego. En el primer minuto del partido, un defensor de Independiente intentó rechazar la pelota sin éxito, ya que la misma le cayó a Palermo, quien definió de derecha –su pierna inhábil- ante la salida de Faryd Mondragón.
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Martín Palermo le hizo su primer gol en Boca a Independiente.
A los 13 minutos, Rodolfo Arruabarrena amplió la ventaja de cabeza. Finalmente, en el complemento, Rojas descontó para el equipo de Avellaneda y quedó sellado el 2-1 final a favor del Xeneize. De esa forma, con un gol y victoria en el clásico, Martín Palermo comenzó a ganarse a los hinchas.
Producto de su sequía y la cantidad de dinero que habían pagado por él –una cifra cercana a los 3 millones de dólares-, el delantero era cuestionado por los boquenses antes de su primer grito sagrado. Sin embargo, contaba con dos respaldos claves.
En primer lugar, Veira, quien lo mantenía en el once titular. Y segundo, pero no menos importante, el de Diego Maradona, que fue quien lo convenció de fichar por el club de la Ribera cuando River había entrado en la disputa por comprar su pase.
La llegada de Martín Palermo: el histórico equipo de Boca que conquistó el mundo
Palermo venía de anotar 36 goles en los 102 partidos que disputó con el Pincha. Esa estadística fue la que provocó el interés de los equipos más grandes de Argentina, pero sería Maradona, reconocido hincha Xeneize, quien inclinaría la balanza. El mismo Martín confesó: “River y Boca estaban en puja por mi pase. Al final me definí por Boca. Maradona empujó para que vaya”.
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En aquel mercado de pases de la temporada 1997/1998, junto a Martín Palermo también llegarían otras figuras que luego serían parte del equipo campeón de América y del mundo ante el Real Madrid: Óscar Córdoba, Mauricio Serna, Guillermo Barros Schelotto, Jorge Bermúdez y Walter Samuel.
La historia es conocida: el “Loco” tuvo dos ciclos con la azul y oro, del 1997 al 2000 y del 2004 al 2011 cuando le puso fin a su carrera como futbolista. En el medio disputó 404 partidos en Boca, anotó 236 goles –superando la marca de Roberto Cherro con 223- y ganó 14 títulos: 6 torneos locales, 2 Copas Libertadores, 2 Copas Sudamericanas, 3 Recopas Sudamericanas y 1 Copa Intercontinental donde le anotó 2 goles al Real Madrid.
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Estas distinciones hacen que cada vez que Martín Palermo pisa La Bombonera, los hinchas coreen su nombre, le canten “muchas gracias” y aplaudan por sus goles que “ya van a venir”. A la espera de un eventual regreso como entrenador, el exjugador tiene un lugar asegurado entre los máximos ídolos de la institución junto a Juan Román Riquelme.