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Resistencia
30 junio, 2025

Carlos Braile presenta su disco Del campo santo en un ritual escénico

El próximo miércoles 2 de julio, a las 21, el músico, cantautor y performer correntino Carlos Braile subirá por primera vez al escenario del Teatro Guido Miranda de Resistencia para presentar «Del campo santo», su segundo trabajo discográfico.
Se trata de una propuesta que fusiona música en vivo, narrativa poética, escenografía y vestuario simbólico, en lo que el artista define como «un ritual contemporáneo de transformación».
«Estoy muy contento porque será mi primera vez tocando en el Guido. Ya lo conocía como espectador, pero ahora me toca habitarlo desde otro lugar, y eso es muy especial», expresó Braile en diálogo con LA VOZ DEL CHACO. Las entradas pueden adquirirse en la boletería del teatro o a través de passline.com.
El show propone no solo un recital, sino una ceremonia escénica, donde lo ancestral y lo contemporáneo conviven con una intensidad emocional singular.
Dos lunas presidirán el escenario como símbolos de la maternidad, la muerte y la protección.

Del interior hacia lo colectivo
Carlos Braile nació en Corrientes capital y se define como un artista integral. «Me considero cantautor, pero también actor, performer, fotógrafo, gestor. Lo mío es una búsqueda multidisciplinaria, donde cada lenguaje alimenta al otro», dijo.
Tras años de exploración en diversas disciplinas, encontró en la música su forma de expresión más poderosa.
Entre sus influencias directas menciona a Tonelec, obra performática que lo marcó profundamente. «Ver ese proyecto tan amoroso, diverso y potente me inspiró muchísimo. Fue clave para encontrarme en lo personal y en lo artístico», aseveró.
Su debut como solista se dio en 2021, y desde entonces sostiene un proyecto autogestivo con fuerte identidad federal.
«Del campo santo» sucede a Buen Asombre, su primer disco editado en 2019. «Busco conmover, conectar y transformar. Esa es mi intención con cada obra», remarcó.

Raíz latina, estética pop
En lo sonoro, «Del campo santo» amplía el mapa estilístico iniciado coan su primer disco. «Hay una búsqueda de fusión. Uso ritmos tradicionales como punto de partida, pero con un tratamiento contemporáneo, desde lo armónico, lo rítmico, lo escénico. Me gusta pensar que es una música con sensibilidad del siglo XXI», comentó.
El álbum incluye ocho canciones de autoría propia que fusionan ritmos de raíz latinoamericana -como zamba, cumbia y merengue- con una impronta pop contemporánea. «Es música de raíz, pero releída desde una sensibilidad actual», definió el artista.
En cuanto a las letras, la obra propone una narrativa íntima, oscura y profundamente emocional. «Este disco va un poquito más a la sombra. Lo siento como una especie de infierno, un infierno amoroso, pero infierno al fin», explicó.
Braile no evade los climas emocionales densos: «Este disco nace desde una herida. Habla de esos infiernos personales que muchas veces callamos. Pero la idea no es quedarse ahí: es transformar ese dolor en una ofrenda, en un ritual colectivo», sostuvo y agregó: «Quiero que la música sea un puente hacia lo invisible, hacia lo profundo».

Una creación orgánica y vital
Por otro lado, Braile compone de manera espontánea, sin rigideces. «Hay semanas en las que aparecen varias canciones y otras en las que no surge nada. Lo importante es mantenerse en movimiento. Salir a cantar, compartir, estar abierto. Eso mantiene viva la chispa creativa», coóment.
Su método integra lo visual, lo sonoro y lo corporal. «No pienso la canción solo desde la melodía. Pienso en cómo se va a encarnar en escena, en cómo va a dialogar con el espacio, con el público. El vivo es donde todo cobra sentido», relató.

El escenario como consagración
Para Braile, la interpretación en vivo es el momento culminante del proceso artístico. «Siento que lo mejor que le puede pasar a una canción es ser cantada en vivo. Esa conexión con el público es irrepetible, es ahí donde se completa la obra», expresó.
Al mismo tiempo, valora el alcance de lo digital: «Las canciones tienen que andar solas por el mundo. Que alguien las escuche en otro lugar, aunque no sepa quién soy, ya es hermoso. La música circula y conmueve, incluso sin que estemos ahí».

Puesta integral y artistas invitados
La presentación del próximo miércoles contará con una cuidada puesta en escena diseñada por la escenógrafa Marcela Pujol y vestuario a cargo de Emilia Velasco. «Conformamos un equipo hermoso. La idea es sumergir al público en el universo simbólico del disco, que para mí tiene algo de infierno y paraíso al mismo tiempo», señaló Braile.
En escena lo acompañará una banda estable formada por Pablito González (percusión), Gustavo Soto (guitarra), Jesse Mutio (teclados y voces) y Clarice Arrack (contrabajo y coros). También participarán las artistas invitadas Luli Maidana y Lalo Aguilar.
El repertorio incluirá temas como «Yo traigo mi corazón», «Corazón de plata» y «Buen asombre», entre otros. «Estoy muy feliz con el equipo que armamos. Son músicos con quienes comparto sensibilidad y visión artística», destacó.

una apuesta federal
Actualmente radicado en Santa Ana (Corrientes), Braile anunció que en los próximos meses se instalará en Buenos Aires: «Viví cinco años en San Luis, donde consolidé mi proyecto. Ahora siento que es momento de dar un paso más. Me interesa estar en esa vorágine creativa».
Su objetivo es claro: visibilizar su obra en nuevos escenarios, sin abandonar su raíz federal. «Quiero que mi música tenga circulación nacional. Buenos Aires sigue siendo una vidriera importante. Pero siempre voy a llevar conmigo lo que aprendí en el interior», aseveró y agregó: «La Charo me dijo una vez que esto es ‘extracción a sangre’, y tiene razón: hay que salir a buscar al público, poner el cuerpo, si no, nadie te encuentra. Y ‘Del campo santo’ es eso: cuerpo, sangre, poesía».

comunidad
y resistencia
La presentación de Del Campo Santo en el Teatro Guido Miranda no es solo un evento artístico, sino también un gesto político y cultural. En un contexto adverso para la cultura, con políticas de ajuste y precarización, la apuesta de Braile por una obra integral, autogestionada y sensible tiene un valor singular.
«El momento es difícil para todos. Pero también creo que es un momento de redoblar la apuesta. Hoy más que nunca, el tejido social, el amoroso, el creativo, es fundamental. La cultura no puede parar. Hay que seguir soñando despiertos», dijo.

Gratitud
y afectos
En el cierre de la entrevista, Braile hizo un reconocimiento sentido. «Quiero agradecer especialmente a mis dos madres, Miriam y Elena. Soy hijo de dos madres, y sin su amor, sin su apoyo constante, este deseo no podría sostenerse. El acompañamiento familiar es fundamental», relató.
Ese agradecimiento también se extiende al público, a los colegas, a los equipos de trabajo y a quienes, desde distintas trincheras, sostienen la cultura: «Esto es una construcción colectiva. Yo puedo subirme al escenario porque hay muchas personas que me ayudan a estar ahí. Y cada vez que canto, canto también con ellas».

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