El nuevo formato de bolsas de cemento de 25 kilos reabrió el debate sobre los desafíos estructurales que enfrenta hoy la industria de la construcción.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Gerardo Antonio Fernández, presidente de Confederaciones de Pymes Constructoras, quien comentó que, “la bolsa de 50 kilos complicaba, ya había informes de problemas lumbares”. Además, remarcó que para los hogares y las obras chicas “una bolsa de 25 kilos evita desperdicios”.
Este cambio, ya implementado en países como Uruguay y Bolivia, responde a una resolución de la Secretaría de Comercio. “El 30 de julio vence la prórroga, así que ahí empezarán a verse las nuevas bolsas”, anticipó.
Obra pública paralizada y obra privada frenada
Más allá del nuevo formato de cemento, la situación general del sector es alarmante. “Los números siguen siendo negativos”, lamentó Fernández. La promesa del oficialismo de que el sector privado traccionaría la recuperación no se cumplió: “Los bienes de la construcción están muy caros en dólares y el mercado no convalida esos precios”.
La obra pública, en tanto, está en pausa: “La nacional es inexistente y la provincial hace lo que puede con lo poco que le llega”. El impacto de la caída en la coparticipación complica aún más a los gobernadores. “Lo primero que se resiente es la obra pública porque no se puede dejar de pagar a médicos y maestros”, explicó.
Caída de ventas y expectativas congeladas
El consumo de insumos también se desplomó. Según Fernández, “los corralones venden entre un 40% y un 50% menos que en el mismo mes del año pasado”. A eso se suma un dato preocupante: la pérdida de más de 130.000 puestos de trabajo en el sector.
“El desarrollador inmobiliario no puede vender por debajo de su costo de reposición. Eso no es viable”, detalló. Por eso, lo que más se mueve hoy es el mercado de viviendas usadas.
“La industria está paralizada y eso impacta en todo”
Fernández hizo énfasis en el carácter multiplicador de la construcción: “Hablás de aluminio, de vidrio, de acero, de cemento, de ladrillo. La construcción arrastra a más de 60 actividades”, afirmó.
Además, remarcó que es un sector con gran capacidad para generar empleo rápido: “La única calificación que se necesita es voluntad de trabajar”, dijo. No obstante, denunció que un régimen de multas distorsivo está alejando incluso a los empresarios del rubro: “Las multas son tan distorsivas que muchas empresas están afiliando a sus empleados en otros gremios”.
Infraestructura: la gran ausente
Fernández finalizó con una reflexión sobre la infraestructura como motor de desarrollo. “Infraestructura es agua potable, luz, caminos por donde va la ambulancia”, recordó, al destacar la necesidad de invertir en este rubro.
“Hoy estamos de mala infraestructura a nula infraestructura. Y eso impacta en la vida cotidiana de todos los argentinos”, concluyó.