El Six Kings Slam no podía pedir mejores cruces de semifinales. Los partidos que decidirán quiénes pelearán por el título de la millonaria y ostentosa exhibición árabe enfrentarán a dos leyendas vivas, exponentes de una era dorada e irrepetible que está llegando a su fin, con dos jóvenes titanes, herederos del trono del tenis mundial que dejará (o ya dejó) vacante el Big 3. En la segunda jornada de acción en Riad, Novak Djokovic jugará con Jannik Sinner y Rafael Nadal se medirá con Carlos Alcaraz. Cuatro números 1 y campeones de Grand Slam en dos duelos en los que la historia chocará con el futuro. Imperdible.
Sinner y Alcaraz, que este año se repartieron las coronas de los cuatro «grandes» -el italiano celebró en Australia y Estados Unidos y el español, en Roland Garros y Wimbledon-, dominaron este miércoles sus encuentros de cuartos de final, que se jugaron con la misma intensidad de los partidos oficiales. Tal vez ese premio de seis millones de dólares que recibirá el campeón los motivó a no guardarse nada.
Jannik, que viene de conquistar el Masters 1000 de Shanghai y asegurarse terminar el año como número 1, aplastó a Daniil Medvedev, quinto del ranking, por 6-0 y 6-3. Y Carlitos, segundo en la clasificación de la ATP, derrotó a Holger Rune, el único de los seis «reyes» que aún no consiguió ningún Major, por 6-4 y 6-2, más soltura de lo que quizás refleja el marcador. El ruso y el danés se fueron, igual, con una sonrisa y 1,5 millones de dólares en el bolsillo.
El italiano irá este jueves, desde las 13:30 de Argentina, ante Djokovic, máximo ganador de Grand Slams de la historia (24) y, para muchos, el mejor tenista de todos los tiempos. Y a continuación -aunque no antes de las 15:00-, el español se medirá con Nadal, dueño de 22 títulos «grandes», entre ellos 14 Roland Garros. Los vencedores definirán el sábado el título.
Si bien los dos partidos prometen ser espectáculos de primer nivel, el que protagonizarán los dos españoles tendrá un sabor especial. Es que como Rafa colgará la raqueta después del Final 8 de la Copa Davis, que se jugará el próximo mes en Málaga, será la última vez que él y Alcaraz -que formaron dupla en los Juegos Olímpicos de París– estarán frente a frente antes del retiro del mallorquín.
«Es un privilegio jugar contra él una vez más. Pero va a ser difícil también. Desde que empecé a jugar miro sus partidos. Lo admiro. Era mi ídolo y sigue siendo mi ídolo. Crecí mirándolo. Es una persona realmente importante en mi vida y en mi carrera. Es una de las razones por las que me convertí en jugador de tenis. Es una lástima que se retire», afirmó el murciano tras superar a Rune.
Y aseguró que su admiración por Nadal -que no compite desde la cita olímpica de la capital francesa- no le impedirá dejar todo en la cancha.
«Voy a ir full power. No me sorprende que Rafa está entrenando al cien por ciento, pegándole muy fuerte a la pelota y y sintiéndola muy bien. Siendo el jugador que es, la leyenda que es, no importa que haya estado alejado del tenis tres o cuatro meses. Volverá tan fuerte como siempre. Así que voy a tratar de jugar mi mejor tenis. Con todo y sin miedo», anticipó.
Señalado desde sus primeros años como el sucesor de Nadal, Alcaraz se animó a comparar su potente drive con el del mallorquín. «Tengo que elegir la derecha de Rafa«, afirmó entre risas. Aunque rápido aclaró: «Por ahora… Yo recién estoy empezando mi carrera y estoy feliz con mi derecha también. Pero veremos al final de mi carrera, quién tuvo el mejor drive».
Djokovic y Sinner reeditarán la final de Shanghai que jugaron el domingo y que ganó el italiano. Foto EFE/EPA/ALEX PLAVEVSKISinner irá por su tercera victoria de la temporada -y cuarta al hilo- ante Djokovic, a quien venció en las finales de la Davis el año pasado (cuando lideró la consagración de su país) y en este 2024 en las semis del Australian Open y el duelo decisivo de Shanghai, el domingo pasado.
El italiano y el serbio quieren cerrar de la mejor manera una campaña con sensaciones muy distintas. Nole atravesó el peor año de su carrera, demasiado irregular y sin títulos ATP. Enfocado en las grandes citas del calendario, reconoció varias veces que sentía estar jugando «el peor tenis» de su vida. Sin embargo, el oro olímpico que ganó e París le dio una alegría que (casi) compensó las frustraciones.
Sinner, en cambio, está viviendo su mejor momento en cancha (al contrario de lo que ocurre fuera de los courts, donde quedó en el centro de la polémica por la absolución tras su doping positivo). Lleva ganados siete trofeos, incluidos dos Grand Slams y tres Masters 1000, y se afianzó en el segundo semestre como líder del ranking mundial.
«Es un momento muy, muy lindo para mí. Trabajé muy duro desde el arranque de mi carrera para estar en esta posición. Son muchos, muchos años de trabajo. A finales de 2023 hice una gran racha ganando la Copa Davis con mis compañeros. Conquistar el primer Grand Slam de este año me dio confianza para jugar un gran tenis durante toda la temporada. Siempre tratando de seguir mejorando y evolucionando. Esto es lo que me encanta de ser tenista», reflexionó luego de su sólida victoria ante Medvedev.
Djokovic ante Sinner. Nadal ante Alcaraz. Dos duelos de titanes en una jornada de semis en Riad para no perderse.