El caso del hombre encontrado sin vida en el monte de Aristóbulo del Valle tiende a direccionarse como suicidio, aunque fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN confirmaron que aún no está cerrada la etapa de investigación.
El resultado preliminar de la autopsia ordenada por el juez Alarcón, titular del Juzgado de Instrucción 2 de Oberá, dictaminó que Julio Genesini (62) murió producto de asfixia por ahorcamiento.
Tal cual publicó este medio, el cuerpo del hombre fue hallado el lunes a la mañana unos 70 metros monte adentro si se toma como referencia la ruta provincial 7, en Aristóbulo del Valle, específicamente en inmediaciones al barrio Norte de esa localidad. Colgaba de un árbol mediante una soga.
El sujeto era buscado desde el 30 de septiembre cuando su expareja, una mujer de 35 años, lo denunció tras ser atacada en la vía pública. En esa oportunidad, el sospechoso la intimidó con un arma de fuego e incluso habría disparado en dos oportunidades, pero ninguno de los proyectiles alcanzó a la joven.
Las mismas fuentes indicaron una presunción del tiempo de muerte y es de aproximadamente diez días o más antes del hallazgo. Este dato confirma de alguna manera que la muerte de Genesini ocurrió el mismo día del ataque a su expareja o un día después.
Cabe señalar que el hombre debía afrontar una acusación de “femicidio en grado de tentativa”, calificación provisoria con la que abrió un expediente el juez de Instrucción 1 de Oberá, Pedro Piriz.
Respecto al suceso en cuestión, la víctima denunció en la Comisaría de la Mujer de la UR-XI que fue atacada por su expareja en barrio Norte. Agregó que mientras que se aproximaba a su vivienda, alrededor de las 16, fue abordada por sorpresa por su exconcubino, del cual se había separado semanas antes por antecedentes de violencia de género e incluso solicitó una restricción de acercamiento.
Luego de una discusión en plena calle, el hombre esgrimió un arma de fuego con el fin de intimidarla aún más y fue así que supuestamente se produjo un forcejeo entre ambos, en el cual se oyeron dos detonaciones, aparentemente disparos provocados por el hombre.
Ninguno de los proyectiles alcanzó a la mujer quien comenzó a pedir ayuda a los lugareños. El albañil huyó al notar las primeras aproximaciones de personas que escucharon los gritos de la mujer, quien terminó con algunas marcas en los brazos y golpes producto de la caída al suelo. En el lugar encontraron a unos metros un revólver niquelado con mango negro calibre 22 milímetros con seis cartuchos y dos vainas servidas.
El mismo día del hallazgo surgió el dato que el hombre buscado residía en una vivienda situada en medio del monte, supuestamente perteneciente a un hermano. Éste dijo a la policía que el mismo día del hecho lo vio llegar a su casa, tomar una mochila en la que cargó algunas prendas de vestir y una soga. También que esa fue la última vez que vio a su hermano.