En medio de la «primavera financiera» que se vive en el mercado cambiario y de bonos, tres economistas de la City coincidieron en que las medidas tomadas por el Gobierno durante los primeros meses del año fueron exitosas para bajar la inflación y revertir las expectativas. Ahora, la principal pregunta es cómo continua este plan con los desafíos que tiene por delante: la salida o no del cepo y el respaldo social.
Ricardo Arriazu, uno de los economistas más escuchados por Javier Milei afirmó este lunes: «A la inflación hay que destruirla. No se puede convivir con ella, porque si no, la inflación nos destruye a nosotros. Pero eso es solamente la primera etapa de todo lo que tiene que hacer Argentina. Y Argentina lo que le falta todavía son todas las reformas estructurales».
Arriazu compartió un panel este lunes en el marco de las Jornadas Monetarias y Bancarias que organiza el BCRA, junto a otros dos economistas, el ex vicepresidente del Central, Gustavo Cañoñero; y el académico, Rafael Ditella, donde hubo más conciencias que contrapuntos.
En su presentación, Arriazu reconoció que «hay que hacer varias cosas al mismo tiempo» y ponderó: «hay que estabilizar al peso y estabilizar al dólar»: «Para estabilizar el peso, hay que dejar de emitir, eso sabemos todos. Y para estabilizar el dólar, hay que intervenir, no hay alternativa».
«Creo que es imposible separar la economía de la política. Uno no puede pensar el programa económico en el laboratorio, sin pensar en las consecuencias políticas y sociales. Mientras el dólar sea unidad de cuenta, que se mantenga estable» afirmó Arriazu, que ponderó la decisión de postergar la salida del cepo. «Argentina cuando comenzó este programa tenía deudas por importaciones no pagas y reservas netas de US$11.000 millones. Si liberaba hubiera tenido hiperinflacion».
Aunque remarcó: «El cepo es una porquería», pidió cautela: «Soy enemigo de los controles, pero más del colapso social«, dijo y agregó:»Vayan de a poco por el cepo, si mis números son correctos y hay confianza, en algún momento del año que viene van a poder decir sean libres, compren lo que quieran, vendan lo que quieran».
A su turno, el ex vicepresidente del BCRA, Gustavo Cañoñero, coincidió en el diagnósitico pero pidió que el Gobierno se anime «a testear» un mercado cambiario más liberado. En ese sentido, recomendó avanzar en algunas liberaciones para conocer cuál es la demanda de dólares contenida.
«El dólar blend es una oportunidad para conocer precios y de paso mejorar el uso reservas», dijo y además pidió por el cepo para los ahorristas. «Hay ciertos sectores, de individuos, que tienen muy poco poder de fuego. ¿Por qué no liberamos a los individuos y vemos cuál es su demanda? Ese es el esfuerzo que me parece que es clave, mientras seguimos haciendo el esfuerzo más fundamental, que es convencer a la sociedad de que todos estamos mejor ajustando el fisco, eliminando la necesidad de financiamiento que tuvimos en el pasado», dijo.
Por su parte, el director del Central, Federico Furiase, buscó hacer un punto respecto a las críticas sobre un creciente atraso cambiario, con la pauta cambiaria del 2% de devaluación mensual. «Cuando se hacen los deberes fiscales y monetarios podemos tener una apreciación real endógena, sostenible y compatible con la acumulación de reservas«.
Por último, el académico de la Universidad de Harvard, Rafael Di Tella analizó el rumbo del programa económico y la comparó con otros 44 casos exitosos de desinflación a nivel mundial. «El patrón de ajuste macro que estamos observando en la Argentina es bastante clásico dentro de las desinflaciones exitosas», dijo y resaltó: «La principal diferencia es que las desinflaciones exitosas mantienen el ancla cambiaria»..