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11 octubre, 2024

Recoleta: drogó y le abrió el gas del departamento a su amante para quedarse con 300 mil dólares de él y su esposa

Cuando cerró la puerta del departamento, María Isabel Suárez González (67) creyó que su plan había sido un éxito. Dentro de la vivienda yacía inconsciente su amante, Juan Lobrano (86). El hombre fue sedado por la mujer, quien además cerró puertas y ventanas y abrió el gas para simular un suicidio. Lo que la española no contó es que su plan fracasó y por ello ahora debe afrontar 12 años de cárcel por el intento de homicidio.

Era la mañana del 11 de julio del 2014 y Juan viajó desde Santa Teresita, Partido de la Costa, hasta Buenos Aires. Alquiló un departamento temporario en Recoleta. Allí se iba a encontrar con su amante con la excusa de iniciar un emprendimiento inmobiliario.

Ese no sería el único negocio que tendrían ambos. Un tiempo antes, el hombre le entregó todos sus ahorros y los de su esposa. Fueron más de 310 mil dólares que le dio a la mujer con la promesa de que iba a generar ganancias mensuales ya que tenía contactos en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

El vínculo entre Lobrano y Suárez González había comenzado en 2011, cuando se conocieron en Santa Teresita, donde el hombre era dueño de un hotel y la mujer se dedicaba al rubro del turismo. La relación fue mutando a un vínculo sentimental a pesar de que los dos estaban casados.

La pareja se fue distanciando cuando el hombre dejó de recibir ganancias por el dinero invertido. La mujer hizo responsable a la entidad comercial, a lo que Lobrano le reclamó que, aunque sea, le reintegre el dinero de su esposa, unos 67 mil dólares.

Suárez González accedió al pedido de su amante y le entregó como constancia dos documentos con el membrete de la Bolsa de Comercio.

María Isabel Suárez González, de nacionalidad española, sedó a su amante, Juan Lobrano.María Isabel Suárez González, de nacionalidad española, sedó a su amante, Juan Lobrano.El plan de la mujer comenzó en el momento que le pidió a Lobrano que viaje a Buenos Aires por el emprendimiento inmobiliario y que a su familia la engañe diciéndole que se iría de vacaciones. Además, le dijo que lleve los documentos originales de la deuda.

La víctima llegó a Buenos Aires y se hospedó en el departamento 5 del primer piso de un edificio ubicado sobre la calle French al 3000. A Lobrano no le gustó mucho el lugar, pero fue el que le había alquilado su amante para pasar unos días juntos, como él creía.

A la mañana siguiente, pasadas las 8, Suárez González volvió al lugar. Luego de un cálido recibimiento, la mujer se fue hacia la cocina donde preparó café. Lobrano la esperó sentado en el sillón del living. Juntos desayunaron, hasta que en un momento el hombre comenzó a sentirse mal.

Esa fue la última escena que recordó el cuando se despertó en el Hospital Rivadavia. A su lado estaban sus hijos, su esposa y los médicos. En un primer momento no entendía qué hacía allí, cómo había llegado y por qué no estaba su amante. Fue entonces que le relataron lo sucedido.

Cómo se salvó

Luego de que Lobrano perdió el conocimiento, Suárez González comenzó con la segunda etapa de su plan: cerró todas las aberturas, las puertas y abrió el gas de las hornallas. Tomó los papales originales de la deuda que le reclamaba el hombre y se fue.

El fuerte olor a gas alertó a una vecina del edificio, quien dio aviso a la encargada que identificó de donde venía. Fue la mujer quien se comunicó con el dueño del departamento. Una vez que abrieron la puerta, hallaron a la víctima inconsciente, tirado en el sillón del living. «Parecía muerto», declaró una testigo durante la etapa de instrucción.

Una vez en el hospital Lobrano se realizó un análisis de que determinó que había ingerido “benzodiacepina”, una droga que actúa sobre el sistema nervioso que produce un efecto sedante.

Lo que los médicos habían señalado en un primer momento como un intento de suicidio, luego de que el hombre relató lo sucedido, pasó a ser investigado como la tentativa de un homicidio.

Al entrevistarse con un psiquiatra, el hombre aseguró que estaba «sumamente enojado» por haber sido «embaucado» por su amante.

El juicio, la condena y el después

El 11 de diciembre de 2018, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 16 condenó a la mujer a 12 años de prisión por el delito de “homicidio agravado por el empleo de un procedimiento insidioso, en grado de conato”.

Su defensa impuso un recurso de Casación, en el cual argumentó, entre otras cosas, que la mujer sufría hostigamiento por parte del hombre y que el día del hecho ella tuvo un turno médico.

En septiembre de 2020, la Sala 1 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional rechazó los planteos de la defensa. El fallo fue apelado y llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que recién en febrero de este año confirmó el veredicto y ordenó la detención.

Pedido de captura y detención

Suárez González estaba prófuga desde marzo. Detectives de la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (Ufecri), a cargo del fiscal José María Campagnoli, tomó conocimiento y empezó con la búsqueda de la mujer.

“La mujer se estaba escondiendo. Tenía poca actividad, pero de a poco se supo los lugares por donde se movía. A través de distintos informes se detectó que tenía un turno médico programado para esta semana”, confió a Clarín un investigador.

Finalmente, luego de realizar un seguimiento, agentes de la División Capturas de Prófugos de la Policía de la Ciudad detuvo en la Avenida Cordoba y Azcuenaga, en plena vía pública, a Suárez González, quien ahora deberá cumplir la condena de 12 años de cárcel.

MG

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