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30 septiembre, 2024

Advierten que el uso de celulares y tablets incrementó los casos de miopía infantil

A nivel mundial, médicos oftalmólogos han notado que los casos de miopía están cada vez más presentes y a edades tempranas. Por ello, piden a los padres concurrir a consultas y controlar la cantidad de horas que los niños se exponen a celulares y tablets.

En comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones la médica oftalmóloga especialista en oftalmología infantil y presidenta de la Asociación de Oftalmólogos de Misiones (SOMI), Nadia Flores, explicó que este incremento en casos de miopía “se empezó a investigar desde la pandemia del COVID”, porque tras esto “las consultas por visión borrosa lejana aumentaron”.

Sucede que en los niños con miopía “de cerca ven muy bien y de lejos tienen visión borrosa”. Aclaró que “hay una relación interesante con los dispositivos, en este entrenamiento de mirar los celulares, como si el ojo se entrena”.

Asimismo, comentó que “el ojo necesita de buena luz para crecer de manera equilibrada, cuando en niños que están en manera sedentaria, con poca luz, como lo fue en la pandemia, luego se evidenció este crecimiento de la miopía que ahora continúa”.

Más allá de una continuidad de la alta presencia de uso de dispositivos, recordó que “las horas al aire libre son importantes para que la miopía no aparezca ni aumente en alguien que tiene factores genéticos”. Todo ello en concordancia en un plan de la OMS para frenar la población mundial con miopía.

Flores señaló que corregirse “con lentes la visión borrosa” y también algunos lentes nuevos “ayudan a que la miopía no aumente de manera acelerada”, junto con la utilización de gotas.

La oftalmóloga alertó que “en la sala de espera vemos a niños de dos o tres años con el celular de los papás”. En este sentido, contó ante una estimulación semejante a la visión cercana podría generar que “en primer grado le va a costar ver el pizarrón si desarrolla miopía, por eso vienen cuando no pueden leer”.

En materia de casos, a pesar de no contar con una estadística en Misiones, Flores compartió que “de 10 niños que llegan a consulta puedo tener 5 con miopía en el consultorio, lo cual es elevado”. En esto, reiteró la incidencia de la vida sedentaria, las pantallas y las horas de videojuegos.

En un tratamiento y prevención, mencionó que “hasta los 7 años tiene una maduración visual y podemos resolver, con lentes se puede mejorar y no tener miopías”. Sucede que, cuando llega un adolescente, “ya es muy difícil tratar con lentes un ojo con disminución visual”. En estas consultas, comentó de casos de visión doble, donde tienen que sacarles el celular por un mes, riesgo de complicaciones por estrabismo.

Incentivó a los padres a que “regulen el uso de los celulares y tablets”, donde recomendó “menos de dos horas al día, no ver series o películas en celulares, porque el ojo se entrena a ver de cerca y después no ve de lejos”.

¿Cómo darnos cuenta de un niño con miopía?Nadia Flores detalló que, entre las señales existentes, pueden notar “a un niño que lee muy de cerca de los ojos” y además “cuando mira de lejos entrecierra los ojos, porque eso mejora su visión”. Ante esto, recomendó preguntar a los chicos si pueden leer o ver un objeto a la distancia, para comprobar el estado de la visión.

Por otra parte, indicó que “hay niños que por sus condiciones naturales no tienen estos signos que nos llamen la atención, por eso es importante llevarlos al oftalmólogo”. De esta forma, con una detección temprana podría mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Mencionó además a los chicos inquietos o con problemas de concentración en la escuela, donde “quizás el niño no presta atención o no mira el pizarrón porque no lo ve, entonces se pone a mirar el cuaderno del amigo, llegan hasta segundo o tercer grado copiando al compañero porque no puede ver bien”.

Recomendó que, con niños que comienzan a leer a los tres años o están mirando muchos dibujitos, ya sería bueno empezar a acudir a la consulta oftalmológica: “al nacimiento, el control, luego al año y a los tres años, con eso podemos detectar y prevenir”.

Para tratar la miopía, resaltó que “cuanto antes mejor porque un niño después es un adulto con miopía y ese adulto tiene riesgo de cataratas, presión ocular alta, desprendimiento de retina a futuro por no tratarse a tiempo”.

Más allá de los controles pediátricos y las campañas, detalló que lastimosamente “los niños llegan al consultorio cuando ven mal el pizarrón o los padres notan algún problema”. De tal forma, remarcó que se necesitan afianzar los controles “cada dos años en los niños que no usan lentes, a los cinco, a los 7 años, por el mismo crecimiento del ojo, porque no es muy frecuente el control del niño sano”.

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